La pregunta es, “¿Qué significa convertirse en un estudiante budista?”
Bueno, primero espero que lo hayas pensado profundamente. Esto está destinado a ser una relación de por vida, a veces. Digo, a veces, porque en algunos casos es algo que puede cambiar o evolucionar. Ese es el principio de la impermanencia.
Pensándolo bien: Bueno, una referencia que me gusta compartir es de la película de los 80, Karate Kid. Un joven estudiante afirma que le gustaría estudiar Karate con el maestro. Después de muchos rechazos, el maestro decide en base a las circunstancias que la relación sería apropiada para su vida en este momento. La razón por la que afirmo, “las circunstancias”, es porque la mayoría de las personas no entienden completamente el compromiso cuando hacen la solicitud. Simplemente tienen un sentimiento, como un pasatiempo o un interés momentáneo, pero la mayoría de las veces no saben lo que están solicitando o por qué. El momento adecuado es esencial.
Al decidir comenzar la relación y el estudiante ha tocado la puerta muchas veces (y se le ha negado). Él maestro lo acepta, una vez que él sabe que la intención del estudiante es en su mayor parte pura.
El maestro luego coloca una banda hachimaki con la cresta de su familia en su cabeza y dice: “Yo prometo enseñarte Karate, tu prometes aprender”. El alumno confirma que comprende y el maestro dice “comencemos”. Los maestros primero solicitan, “Por favor lave todos los autos”. Se encuentra inmediatamente con el estudiante que dice: “¡Qué!”, pensando qué tiene que ver eso con el entrenamiento de Karate.
De la manera muy tradicional, el maestro cambia la posición de estar de pie a ponerse en cuclillas para detener el momento y ofrecerle una idea, antes de continuar con el acuerdo. Da una analogía de caminar con seguridad a ambos lados de la calle como ejemplos de las respuestas sí y no. Quizás es el centro de la calle donde eventualmente puedes ser golpeado por el tráfico. “Practicas Karate sí, ¡seguro! Practicas Karate no, ¡seguro! “Practicas Karate tal vez, tarde o temprano, estas aplastado, te atropella un auto”.
Esta situación se puede aplicar a cualquier aspecto de nuestra vida, no solo al budismo. Si no confías en el maestro, no debes convertirte en su alumno. Porque en cada situación el considera lo que debería enseñarte, te guste o no. Te cuidaré como mi propio cuerpo.
El otro punto es que hay reglas básicas, no debes abusar del maestro y escucharás sus instrucciones. Si simplemente siempre deseas recibir de la relación, eso es abuso de tu maestro. Es una relación basada en el respeto mutuo y requiere su tiempo y consideración. Sin embargo, el maestro decide cuándo y dónde dispersar las enseñanzas, no simplemente en función de sus deseos. Además, el maestro tiene el derecho de anular y cancelar el contacto en cualquier momento que sea necesario. Es por eso por lo que debes ser totalmente responsable de lo que dices y de tu comportamiento. La paciencia se otorga a aquellos que realmente aspiran.
Si no estás allí para aprender, te liberaré. Se espera esfuerzo por parte del estudiante. Si no quieres cambiar, no puedo ayudarte, te liberaré.
Nuevamente, la responsabilidad del esfuerzo es de su parte. No te acosaré ni te exigiré. Si dice que sí, permítanos continuar, o si dice que no o no muestra ningún esfuerzo, el momento puede no ser el apropiado. Entonces esperaré o reconsideraré la relación.
La relación no es para manipularte para cambiar y hacer crecer tu vida. Tú debes quererlo más que nada en este mundo. Eso es lo que se requiere de tu parte. Si no lo tienes, no puedo dártelo.
Esto se ha convertido en un problema con la tecnología moderna y la enseñanza. Debes estar ante mis ojos para aprender. Si no vienes, con la motivación adecuada, no podré instruirte. Esa es tu culpa y tu karma personal. Al igual que con tu comportamiento, tu karma es tuyo y debes superarlo.
Además, a veces el maestro debe liberar al estudiante para encontrar su intención una vez más y tal vez el maestro adecuado para ellos. Esto no es de un lugar de ira sino de compasión. Realmente deseo que todos los seres encuentren la libertad. El alumno no es mío, sino del Buda y Nichiren Shonin. Se me ha pedido que ayude a compartir la pequeña cantidad de enseñanzas que he aprendido.
Espero que esto dé una idea de esta importante y necesaria relación como practicantes budistas. Mi puerta siempre está abierta para los sinceros, pero no es un camino fácil. Sin embargo, si eres valiente, seguramente te beneficiarás.
Con Gassho
Rev. Kanjin Cederman